XVI TRAVESERA 2019

Si puedo resumir esta prueba en una palabra, sería IMPRESIONANTE, cierro los ojos y se me aparecen los paisajes y lugares de Picos de Europa que han quedado grabados en mi memoria, ahora entiendo porque la llaman en muchos sitios "la madre de todas las carreras", como nos dijeron en la charla técnica previa a la salida, no es una carrera de montaña, es una carrera de Alta Montaña con todo lo que de espectacular, belleza y dureza que conlleva,. cruzar los tres macizos de Picos de Europa, el Macizo del Cornión, el de los Urrieles, y por último el de Andara. Todo perfecto...menos yo, que no tuve el día....

Llego a Arena de Cabrales emocionado y ansioso por comenzar esta "aventura". En la recogida de dorsal, justo detrás mío, Manuel Merillas, que sería el ganador con récord de la prueba, espectacular el carrerón que se marcó, admiración absoluta, batir el mejor tiempo y sacar al segundo clasificado 1 hora y 20 minutos en una edición dura, por la lluvia, barro, nieve, niebla y frío...realmente increíble.

Salida a las 00:00 horas del viernes al sábado, desde el Parking del Repelao, a los pies de Covadonga, pintea lluvia a ratos, mientras me repito uno de los credos legionarios "Nunca se dirá que se está cansado hasta caer reventado", me barrunto que hoy voy a llegar a mis límites....se sale y después de 1 kilómetro por la carretera que sube al Santuario, se entra justo al bosque debajo de la cueva de la Santina, un compañero ya me aviso que estuviera atento, que se forma un tapón importante, debido al sendero estrecho y embarrado. El primer control de paso está en la Vega de Enol, esta parte primera será bosque y después pradería, entre el tapón y el barrizal me doy cuenta que me he quedado bastante atrás, en mi paso por el control de Enol, llego un poco justo al corte, por primera vez me veo con la Guadaña cerca del cogote, pero queda un mundo y todavía estoy confiante en cuanto llegue el terreno de montaña, que es el que me gusta, ir recuperando tiempo. En este primer control ya hay una pequeña criba de participantes que no lo logran pasar, me empiezo a dar cuenta de la dificultad de la Travesera.

Después vendría la subida al Collado del Jou Santo pasando por Vegarredonda, se me hace muy incómoda, llueve, se mete la niebla y empiezan los primeros neveros, voy solo en bastantes tramos muy concentrado por la oscuridad, primeros culo ski y manos heladas, con ganas de aproximarme a Caín, donde sé que empezará a amanecer, estoy deseando llegar al Boquete, donde empieza la canal de bajada de Mesones y ponemos rumbo hacía tierras del Reino, donde tengo la ilusión de al llegar a la tierrina empezar a remontar....Llega una de esas fotografías que se me queda grabada en mi recuerdos, ver muy abajo la pequeña luz que es Caín, mientras va amaneciendo en el descenso de Mesones, pero algo me estropea este momento, echo cuentas del tiempo y me sale al límite de control de Caín, voy agotado psicológicamente por el tema de ir resbalando, cuando no es el barrizal, es la nieve o piedras húmedas, aprieto los dientes y consigo entrar al control de Caín... pero 30 segundos después se cierra, estoy jugando al filo de la navaja, de cabeza voy desconcertado y desilusionado, no lo veo claro, toda mi planificación ha saltado por los aires, pero justo después viene una de las partes que más deseaba...la canal de Dobresengos y la Horcada de Caín, con sus 2100m+ en 8 kilómetros....

Me avituallo a toda pastilla en Caín, y ponemos rumbo vertical hacía las alturas del Macizo central, , Dobresengos, nada de calentones, ritmo crucero, de piernas voy bien, martillo pilón paso a paso, cada vez que miro hacia atrás y veo la impresionante garganta del Cares me doy cuenta de porque me inscribí a esta carrera, la belleza de sus paisajes es descomunal, llegamos al Canalón y sufrimos un momento comprometido, justo cuando estoy en el embudo con otros dos compañeros, empezamos a oír bastante gritos desde arriba, hasta que lo identificamos...¡Piedraaa!, viene desde muy arriba una piedra de grandes dimensiones rebotando a toda velocidad, tras unos segundos de incertidumbre  observándola que rumbo toma, vemos que cae por nuestra derecha, nos apartamos y tras una pequeña trepada con cuerda, a seguir con la ascensión rumbo a la Horcada de Caín. Voy echando cálculos y veo que sigo muy al filo, el próximo control esta en la Vega de Urriellu, vuelve la nieve, trepadas con escalones en el elemento blanco y tras coronar la Horcada, primera visión del "Picu", tengo que descender hasta el refugio a toda pastilla, bastante culoski, el paisaje me ha dado vitalidad de nuevo, estoy en la parte más espectacular para la vista, me digo a mi mismo que no me puedo quedar allí, tengo que seguir y no perderme uno de los momentos mágicos...la Collada Bonita...

Llego a Vega de Urriellu...entro en el mismo límite, según paso el control se cierra, estoy desilusionado porque me veo en la cuerda floja....pero voy a poder disfrutar de uno de los paisajes más impresionantes de Picos, y me niego a morir en el intento sin lucharlo, a pesar de ser realista y ver que no remonto en ningún momento, me animan de 10 en el avituallamiento del refugio, me dicen que voy justo pero que si tengo piernas a por el siguiente paso en la Vega de Sotres.....como rápido, caldo revitalizador y salgo a dar guerra hasta el último momento, se mete la niebla, me desmoraliza por si va hacerme perder las vistas que se avecinan, mientras subo una canal de escalones de nieve entre la niebla, baja un montañero que me dice que tire, que arriba hace un sol cojonudo....efectivamente, según subo se pone un día metereológicamente espectacular, tengo enfrente el Picu mientras oigo los gritos de los escaladores que están trepando por la sur de los Martínez, vienen las partes mas empinadas, subida en nieve entre escalones y ayuda de cuerdas fijas para llegar a la Collada Bonita, tengo aliento para darme la vuelta y ver la visión desde ella, simplemente maravilloso, por cosas como esta merece todo el esfuerzo y sufrimiento...

Descender el valle de Moñetas me separa del siguiente control, la Vega de Sotres, lo conozco de alguna ruta montañera y sé que se me va hacer muy largo...en cuanto acabo la parte con nieve, tengo la esperanza de bajar a full, pero la piedra esta embarrada y resbaladiza, en cuanto aprieto me pego algún que otro trompazo, veo que no llego....por 10 minutos...me encontré ya el control cerrado, es la primera vez que no consigo finalizar una carrera, interiormente me puede el sentimiento de frustración, pero lo compenso y supero con los ánimos de Sonia, que justo estaba esperando en la Vega de Sotres para animarme.

Me siento extraño, físicamente me encuentro bien, con el cansancio normal de haber estado 15 horas de prueba y sin dormir, intentando comprender que me ha pasado, pero de todo hay que sacar cosas positivas y sobretodo aprender para mejorar y volver con más ímpetu, porque sin duda desde el primer segundo que acabe mi participación estoy pensando en volver a este paraíso y a la Travesera....

De 10 a los voluntarios, increíble pasarse horas en sitios inhóspitos en plena noche y madrugada, con un clima muy duro, solo para ayudarnos en nuestra locura, me quito el sombrero...

P.D: No sé quien valora la puntuación de los puntos ITRA, pero se pueden ir a freír vientos...que a la Travesera le otorguen 4....madre mía...he hecho carreras con 5 puntos de valoración ITRA que no son ni un tercio de dureza, técnica  y esfuerzo que ella....

Marcos