UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: I CROSS TRAIL CIUDAD DE ZAMORA – ZANGARUN 2017

lunes, 20 de febrero de 2017

I CROSS TRAIL CIUDAD DE ZAMORA – ZANGARUN 2017

Domingo 12 de febrero, 7:15 de la mañana y suena mi alarma, ¿estamos locos?, la verdad es que ya llevo un rato largo despierto esperando la hora para levantarme.
Reviso la bolsa que he preparado la noche anterior una vez más para evitar sorpresas indeseadas de algún inoportuno olvido y aviso a Sofía, que en esta ocasión me va a acompañar, para desayunar y casi sin darnos cuenta estamos en el coche, a la altura de Benavente y bajo un aguacero que hizo que me plantease en varias ocasiones dar la vuelta, volver a casa y meterme en la cama.


Finalmente llegamos a Zamora y allí están Calili, Laura, Graciela, Joni y Edu, recogemos dorsales, volvemos al coche para cambiarnos y un nuevo chaparrón nos acompaña de camino a la línea de salida donde ya nos esperan Aitor, Mónica y Santi, es una auténtica gozada ir a cualquier carrera y estar arropado por este pedazo de equipo.

Con las prisas y apuros para llegar a la salida y también por culpa de la lluvia esta vez no hubo grito de guerra, pero sí ánimos de unos a otros, y sin más, ya estamos en marcha los casi 400 participantes de las dos distancias de la carrera acompañados del Zangarrón, personaje del carnaval zamorano que da nombre a la carrera y que es primo-hermano de los Birrias, Guirrios, Jurrus y demás personajes del Antruejo tradicional leonés, y que consiste en un hombre cubierto de pieles, dos cencerros y una máscara, y que tal y como me dijeron Ana y Sofía a mi llegada a meta había hecho la carrera de 10 kilómetros, ¡eso sí que tiene mérito!

El recorrido de la carrera se dividía en dos partes perfectamente diferenciadas, lo primeros 10 kilómetros coincidentes con la carrera corta discurren íntegramente entre árboles, sin apenas subidas duras, correr por esta zona una tarde de verano tiene que ser una verdadera gozada; como siempre empiezo desde atrás y comparto estos 10 km, primero con Edu, Joni y Laura y luego con Mónica y Aitor y como el perfil de la segunda parte nos había metido el miedo en el cuerpo voy guardando fuerzas por estos caminos estrechos, arbolados y con un pequeño reguero de homenaje. En definitiva, la carrera corta tenía un recorrido muy de cross con un par de cuestas.


En el kilómetro 9 y medio dos carteles separan el final de la carrera corta de la continuación de la larga y acto seguido un giro a la izquierda nos llega a la primera rampa con pendiente. Aquí el recorrido discurre por caminos más abiertos y con constantes sube y bajas, ninguna de las subidas tiene más de 200 metros de longitud, pero el hecho de que esté todo empapado les da un punto resbaladizo que las hace muy divertidas, y así subiendo y bajando, conversando con los muchos voluntarios que había en cada uno de los cruces, resbalando con el barro en una de las subidas que hizo que tuviera que volver a empezar desde abajo hasta tres veces y mirando desde lejos a ver qué tal les iba a las otras 5 tortuguitas en esa rampa y lanzándoles ánimos a voces llegamos al kilómetro 15 y su avituallamiento junto a una ermita y allí, mientras bebía un poco de aquarius y agua sellé un pacto de caballeros con uno de los voluntarios “el año que viene vamos a traer una plancha y a poner panceta para que sufran un poco más estos chicos” a lo que le respondí, “si es así, el año que viene me quito las zapatillas y paso al otro lado de la mesa con vosotros”.

   
  

Quedaba el tramo más duro para mí, unos 500 metros picando para arriba por un terreno arcilloso y mojado, vamos que se avanzaba más deprisa andando que trotando porque, lo siento amigos zamoranos, me he traído para León un kilo de arcilla en cada zapatilla. En el kilómetro 18 el recorrido vuelve de nuevo a los caminos entre árboles y casi sin darme cuenta, estoy entrando en meta, Calili y Graciela animan con un “¡Vamos tortuguita!” y un poco más adelante me espera
EL MOMENTO, la foto de la entrada en meta, con dos fotógrafas va a ser la leche, y allí están Ana y Sofía, de espalda a la carrera, y grito, y no me oyen, y vuelvo a gritar y no me oyen…  así que cuando paso por su lado les digo “¡sacad esos pompones!” y unos segundos más tarde estoy en meta, con una bolsa de avituallamiento envidiable, un voluntario apuntando mi dorsal y otro recogiendo el chip.


Como resumen, carrera bonita, muy bien organizada y con muchísimos voluntarios y una bolsa del corredor de lo más completa con cerveza artesana, vino, calcetines y camiseta; y todo por 14 euros y a una hora de casa.
Como no hubo foto de entrada en meta, hicimos un posado y salió esto…

 

Después de la ducha dimos buena cuenta de un arroz a la zamorana completando así un fantástico día tortuguil, GRACIAS EQUIPO, o mejor dicho, GRACIAS FAMILIA.

Se despide la Tortuga Pros brindando con uno de los regalos de la bolsa del corredor por una larga vida a la ZANGARRUN, por los voluntarios y por las TORTUGAS TRAIL LEÓN


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