UA-51285685-1 Equipo leonés de Trail Running : TORTUGAS TRAIL LEÓN: ¿CrossFiteamos?

sábado, 3 de octubre de 2020

¿CrossFiteamos?

¿Y si lo probamos? ¿Qué te parece si nos apuntamos a clases de Crossfit? Nos puede poner más duros físicamente es nuevo para nosotros y además parece divertido… Esto comenté a Mónica, y como es fácil de convencer para probar cosas nuevas, pues ahí que fuimos jajaja

Os paso a contar nuestra primera experiencia en este mundillo: Llegas al box con cara de pardillo y solamente ves moles, cuerpos grandes, tíos y tías más fuertes que el vinagre físicamente y es el momento en el que te asalta la duda y piensas: “¿qué narices hago yo aquí?” Pero como Tortugas que somos y muy tirados para adelante nos metemos en este berenjenal… ¡¡madreeee!!

Ya dentro, solo ves pesas, cajas, cuerdas, anillas, combas, TRX, sacos, balones medicinales y un ring de boxeo, se nos pone el culo muy apretado y nos viene a la mente otra pregunta: “¿pero dónde están las cintas de correr, las bicis de spinning, las picas, las pelotas…?” Huy Huy huyyyy que mieditoooo!!

Nos pilla el monitor (llamado Bratini por cierto). Nos cuenta un poquitín cómo va a ir la clase, por cierto solo estamos Mónica y yo, ya eso también da que pensar jajaja. Bueno pues nos explica en una pizarra que vamos a hacer y cómo se estructuran las clases: Primero el warm up de calentamiento luego unos ejercicios que cada cual tienen unos nombres que parece que se los está inventando y al final 20 minutos de ejercicios sin descanso. Uno de los ejercicios de esta tanta era hacer sentadillas a una pierna... perdona… ¡¡que tenemos dos!! Jajaja. Que palizón madre mía. Imaginaros que al cuarto de hora de empezar la clase ya le comento al monitor que ya tengo agujetas… y no era broma. En mis 52 años he tenido agujetas de todas las clases pero nunca de calidad, sí, has leído bien, agujetas de calidad. No podía ni andar en condiciones para casa. A punto de tropezar tres veces con los resaltes del bordillo de la calle, mejor dicho, a punto de caer, porque tropezar, tropecé… Qué ganas tenía de llegar a casa, ducharme, tumbarme y morirme, todo a la vez uffff.

Esto nos costó estar tres días con agujetas y descansando sin hacer deporte pero volvimos al ataque el viernes. Tocó pesas, brazos, dominadas con gomas (pero ojo, no con una goma no, sino tres!! Que sino, no había manera Jajaja). ¡Qué penita dábamos! Este viaje le tocó a Mónica pasarlo mal con los brazos jajaja yo un poquito mejor aunque tampoco para tirar cohetes.

El domingo salimos a correr un poco por el pinar para mover el cuerpo y relajar músculos y después de hacer 10 km nos sentamos a tomar un vermut… y ahí llegó lo bueno… casi no podía ni mover los brazos, el pecho me ardía, y los dorsales creo que hasta me escocían jajaja. Me estaban entrando los siete males.  Llegamos a casa, comimos y lo que nunca me había pasado, tuve que acostarme a echar la sienta porque no era persona, me dolía hasta el carnet de identidad que se suele decir… y creo que cada rato que pasaba iba a peor, era en mí mismo una agujeta andante.

Después de pasar 3 días con dolores nos cuestionamos si seguir o no seguir en el crossfit ya que no puede ser que vayas un día a clase y luego estés 3 días muerto de dolores y agujetas. Se lo comentamos al monitor el martes que entramos en clase y nos dijo que era normal, que el primer mes se pasa mal pero que luego te vas acostumbrando (ojo al dato, acostumbrando, es decir, que las agujetas seguirán estando…). Así que decidimos darnos otra oportunidad y ese día tocó cardio. Ahí ya nos encontrábamos un poco más como pez en el agua…. estamos acostumbrados a correr y hacer cardio en vez de fuerza nos hacía sentir más cómodos, pero no quita que fuera duro. Nos puso el corazón a tope pero ese día los ejercicios eran distintos más aeróbicos y pudimos con ellos, tanto que al día siguiente volvimos a clase. Dos días seguidos… por fin. En esta ocasión sentadillas con barra y discos, comba y abdominales. Mi mente sigue pensando: “¿Pero cómo se puede sufrir tanto con estos ejercicios?” Pues ya os digo yo que se sufre… y mucho jajaja. Tanto, que parecía que estaba haciendo equitación y me estaba fustigando con el látigo, a cada salto de comba me zurcía el culo y eso que era un salto simple, no te quiero contar cuando dijo de hacer el salto doble, era un desastre. Para más inri me salió una escocedura en el culo al hacer tantas mil abdominales. ¡No salgo de una y ya estoy metido en otra!

Al pasar los días notamos como más fuerza y eso ya va molando más, pero nunca pensé que estuviéramos tan mal físicamente, jooooo!!

¡¡Nada es imposible si te esfuerzas, porque el límite está en nuestra mente!! En la última clase que hemos hecho tocaba saltos de cajón, sentadillas con pesas a una mano y elevación de pesa por encima de la cabeza. Lo cuento así porque no me acuerdo de los nombres raros, jajaja. Pero claro, antes una Tabata de ejercicios para molerte el cuerpo y dejarte fino.

Pues lo dicho, yo nunca pensé en hacer saltos al cajón y al final hice 60, no se lo cree uno hasta que lo hace. Comento a Mónica que vaya mes más duro, ufff y me dice que no, que sólo van 15 días, jajaja… pues oye… ¡¡si que se me han hecho largos los días!!

La verdad que es una disciplina dura, pero creo que tiene sus beneficios.

Seguiremos a tope, dándolo todo, disfrutando y creo que las agujetas nos acompañarán durante una temporada, pero eso sí, son de calidad!!

GO TORTUGAS GO

Aitor.

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