UTPE - El UltraTrail

 
Al no querer que los dolores latentes consecuencia de la prueba condicionasen mi historia, me he retrasado un poco más de lo deseado en relatar esta crónica:

Todo comenzaba un sábado 16 de Mayo de 2015, un nutrido grupo de tortugas realizamos la misma prueba, pero en versión Trail (34Km), desde ese preciso instante, en una prueba disfrutada a tope por todos, se empieza a gestar la idea de realizar para el siguiente año 2016, la opción Ultra, 55Km de carrera y caminata por el entorno del paraíso natural de los Lagos de Covadonga.

 

Tras la inscripción, realizada un 10 de octubre de 2015, comienzan los entrenos. Segundo día de rodaje, casualmente un martes 13 de octubre, lesión de tobillo, un grado 2 que me tuvo prácticamente 3 meses en el dique seco, y de la que aún se arrastra alguna secuela, empezamos bien los entrenos pues.

Más corto de entrenos de lo previsto, llega la fecha, sábado 14 de mayo de 2016, me levanto a las 5:00 que la carrera comienza a las 7:00 y hay que desayunar fuerte, que no sé ni dónde ni cuándo volveré a realizar una comida en condiciones.

La carrera comienza al ritmo de ACDC, motivación a tope, y nos ponemos en marcha. Tapón inicial, un descompañero me clava un bastón en el gemelo… Y me salto el primer avituallamiento, todavía con líquido en la mochila para no perder demasiado tiempo. El segundo avituallamiento (KM11) llega en torno a la segunda hora de carrera, y aquí paro a comer y beber, no volveremos a tener comida hasta el Km 27 y esto, en el mejor de los casos será dentro de 4 horas!!!

Continuamos la subida a buen ritmo, y cuál es nuestra sorpresa cuando en el Km 15, todas las buenas sensaciones tenidas hasta ese momento, se esfuman de repente… Calambres!!! Comienza en el cuádriceps, y al ir a estirarlo, el isquio me muerde… “Monsieur Le Masso” acababa de hacer aparición… y un servidor, ducho en matemáticas comienza a restar:

            55Km (del total de la prueba) – 15Km (que llevamos) =

                       40Km (que nos quedan por hacer y con calambres)

Presiento que va a ser una prueba muy larga…

Toca gestionar las fuerzas, y volvernos reservón porque queda demasiado como para empezar a penar demasiado.

La bajada hasta la ruta del Cares por Culiembro, se hace larga pero, parando a estirar cada poco, se sobrelleva.

El enlace que nos lleva desde el KM21 por la ruta del Cares, hasta el inicio de la Canal de Trea se tiene que hacer caminando, al ser la ruta declarada de interés cultural.

Llegamos a la Canal de Trea, y uf… entre el cuádriceps que paro a estirar cada 15 minutos, y que la cuestecita se las trae… sufro como nunca jamás había sufrido antes en una carrera.

  

2 horas y media después se termina la agonía en el Refugio de Ario KM27, con casi 8 horas de prueba en las piernas donde, destemplado y con temperaturas inferiores a 0ºC, incluso pisando nieve en diversas ocasiones, retomo fuerzas, como y bebo y comienzo el descenso hasta los lagos donde planeo retirarme de la prueba. Llevo demasiado tiempo pasándolo mal, con calambres, frío, dolores en las articulaciones, el barro de la primera parte de la prueba, hacía corregir constantemente la pisada y tanto rodilla como tobillos estaban demasiado machacados para continuar.

El enlace hasta los lagos, se va haciendo interminable, porque las fuerzas van muy justas, y convencido de dejar la carrera en el parking de los Lagos de Covadonga Km 38 donde espero que haya algún compañero que me pueda bajar hasta Benia.
No recordaba que, previa llegada al Parking, estaba la ____ Porra de Enol (rellenar las líneas con cualquier adjetivo descalificativo)… esta prueba se está convirtiendo en una tortura. 

 (creo que mi cara es bastante elocuente... solo me faltaba echarme a llorar de los mil dolores que tenía)

 

Llego al parking a las 9 horas y media de prueba, donde me esperan mi padre, mi hermana, Lucía y Vero. Les comento mis sensaciones, las intenciones de retirarme, y me animan a continuar poco a poco, e intentar terminar la prueba que no hay peligro de llegar fuera de control. La verdad que sin vuestra ayuda y apoyo, me habría retirado ahí mismo. Un millón de gracias a los cuatro por apoyarme y animarme.

La bajada, embarradísima, transcurre sin mayor novedad, despacio, que muscularmente el cuerpo ya no puede más y con tan solo una anécdota:

Cumplo la primera Maratón de mi vida, en un “fabuloso” tiempo de… 10 horas!!!

Así que todo aquel que quiera animarse, y crea que no puede conseguirlo… ahí lo tiene, un tiempo más que asequible, del que no me queda otra que sentirme orgulloso.

 

Con más bajadas que subidas, vamos llegando a Benia, donde me espera el grupo de tortugas Mónica, Aitor, Carlos, Laura, Santi y Ana, así como Juanjo y Vanesa, y 3 de los 4 apoyos esenciales del parking Vero, Lucía y mi padre (mi hermana se había tenido que ir) a los que se había sumado José el riojano, para celebrar juntos el final de mi primer UltraTrail.

PD: hace una semana dije que nunca más volvería a hacer una animalada así… 9 días después ya no soy capaz de afirmarlo tan tajantemente.